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Confesiones de mamá: ¡Obesidad infantil!

Por Kiwilimón - August 2015
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Primera aclaración: ninguno de mis hijos está gordo, ni tiene un problema de obesidad infantil. Segunda aclaración: me gusta que mis hijos coman bien pero no soy una clavada de la alimentación. Ahora si les puedo contar esto… Resulta que mi hija Elena  tiene una debilidad por los dulces y  refrescos, come bien pero, si no le pongo un límite se puede pasar el día comiendo azúcar. Y, como no quiero tener que estar diciendo todo el tiempo “ya no más dulces, ya comiste demasiados”, pensé que sería una buena idea tratar de concientizarla sobre qué es una alimentación adecuada, para que ella sola se controle si está comiendo bien o no. Es chistoso porque a Martín no hace falta que le enseñe nada, él solito siempre escoge bien. Supongo que todos tienen una personalidad diferente cuando se trata de comida. El caso es que, estaba comiendo con mis hijos en una de esas cafeterías donde hay mil opciones y cada quien se sirve lo que quiera, cuando volteo a ver la charola de Elena y llevaba: nuggets de pollo, una hamburguesa, papas fritas y un refresco. Con esta idea de tratar de educarla le dije “mira tu charola, para que sea una comida balanceada ¿qué le falta?” Y por supuesto que no me hizo mucho caso. Llegamos a sentarnos a la mesa y justo en la mesa de  lado había un señor gordo, pero de esos gordos que impresionan, y ¿qué crees que estaba comiendo?… ¡exactamente lo mismo que Elena! Cuando Elena vio eso se voltea conmigo y me dice “Mami, ¿puedo cambiar mi hamburguesa por una ensalada?” Fue la mejor lección de nutrición que pude haber soñado. Yo no sé si esto vaya a funcionar, pero con el problema de obesidad infantil que hay en el mundo me preocupa mucho crearles a mis hijos buenos hábitos alimenticios y que ellos solos distingan lo que es comer bien y lo que son los excesos. Hoy en día los niños tienen acceso a comida chatarra en todas pares y a cualquier hora, y yo no voy a estar siempre ahí para asegurarme que coman bien. Quiero que sepan que la obesidad no es sana, que disfruten comer bien y que no se obsesionen. Por comer UN dulce no pasa nada.   Ver el artículo original Artículo cortesía de:             Notas recomendadas: Confesiones de Mamá: Mi hija tiene ADD Confesiones de mamá: mandar a tus hijos a un camp de verano Confesiones de mamá: La mayor mentira que les digo a mis hijos