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Formas fáciles de balancear los alimentos de los niños

Por Kiwilimón - April 2020
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Es bien sabido que la alimentación juega un papel primordial en la salud y el desarrollo de los niños, por lo que darles una alimentación balanceada es muy importante. Sin embargo, para hacerlo correctamente, debemos saber qué es lo que tienen que consumir y en qué cantidades.

Siempre es recomendable consultar a un profesional las cantidades que necesita tu hijo específicamente, ya que éstas varían de acuerdo con la edad, el peso, la actividad física y el estilo de vida, no obstante, podemos guiranos por las cantidades que estipulan las autoridades mundiales sanitarias, como la OMS, que sirven como ejemplo de una alimentación balanceada para los niños.

La dieta habitual establecida en la Norma Oficial de la Secretaría de Salud sobre educación para la salud alimentaria tiene como objetivo prevenir riesgos en la salud y la vida, y entre otras cosas, señala que una dieta balanceada para niños debe cumplir con lo siguiente:

-Debe ser completa: que incluya todos los nutrientes como carbohidratos, grasas, proteínas, vitaminas y minerales.

-Equilibrada: que los alimentos consumidos contengan los nutrimentos en una proporción adecuada.

-Inocua: que su consumo habitual no implique riesgos para la salud, es decir, que está exenta de microorganismos dañinos, toxinas y contaminantes, y se consuma con moderación.

-Suficiente: que cubra las necesidades nutrimentales, de tal manera que los niños crezcan y se desarrollen de manera correcta.

-Variada: que incluya diferentes alimentos de cada grupo en cada comida.

-Adecuada: que esté acorde a los gustos, costumbres y recursos económicos, sin sacrificar las características anteriores.

Para lograr una dieta equilibrada para los niños es necesario que tomes en cuenta los tipos de alimentos que existen y con qué frecuencia hay que consumirlos

Los alimentos de consumo básico son aquellos que se encuentran en la base de la pirámide y que debemos comer a diario, como cereales, verduras, semillas, frutas, leche, proteínas, derivados de la leche y grasas buenas como el aceite de oliva.

Los de consumo alterno son el escalón central e incluyen los alimentos que debemos ingerir varias veces por semana, como legumbres, frutos secos, pescados, huevos y carnes magras.

Por su parte, los alimentos de consumo ocasional se encuentran en la cúspide de la pirámide y son la panadería, los azúcares, los refrescos, las grasas y las carnes rojas. Como su nombre lo indica, debemos comerlos esporádicamente.

A continuación, te dejamos un ejemplo de un menú basado en la pirámide:

Desayuno
Lácteos: Un yogur, un poco de queso o un vaso de leche.
Cereales: Una rebanada de pan con aguacate
Una pieza de fruta.

A media mañana
Fruta: Una pieza para tomar en el recreo. No debe sustituirse por jugos sintéticos, ya que tienen mucha azúcar.
También tomar un lácteo como un yogurt.

Comida
Cereales: pasta, arroz son una gran opción para el primer tiempo de la comida.
Proteínas: carne o pescado, fomentando el consumo.
Verduras: se recomienda que sean vegetales frescos.
Agua: debe ser la bebida habitual del niño.
Sal: usar preferentemente la yodada.
Grasa: una porción de aceite de oliva o un cuarto de aguacate.
Fruta: una pieza, como postre.

A media tarde
Lácteos: si por la mañana se ha tomado yogurt, ahora un vaso de leche o queso, para que el niño coma variado.
Cereales: unas galletas, frutos secos o un bocadillo.
Una pieza de fruta.

Cena
Verduras: en ensalada, puré, crema, cualquier forma es válida.
Proteínas: huevo, carne, pescado.
Fruta de postre.

Siempre será el pediatra la persona indicada para ajustar las cantidades dependiendo de la situación en la que se encuentre el niño y de su estado de salud, sin embargo ya tienes una base y una guía para darle una alimentación sana y adecuada a tus pequeños.