Sales de trabajar a las seis de la tarde, camino a casa te avisa tu novio que pasará a verte… ¡CON SU MAMÁ!
Pero que no te preocupes, que no van a cenar, que sólo pasarán a verte.
- ¡Uf, menos mal!
Y antes de colgar puedes imaginar su pícara sonrisa cuando dice: “quizá una taza de té con eso rico que siempre preparas estaría bien, amor”.
- ¡¿Con eso rico que qué?!
¿Salir a comprar “eso rico” que siempre preparas? Ni lo pienses, debe quedarte un par de minutos para lavarte la cara.
Pues bien, sólo necesitas cinco minutos para impresionar a tu suegra, novio, novia, amigos…
¡Manos a la obra!
Ingredientes para dos personas, tu novio y tu suegra. Tú justo esa noche te sientes muy llena (una persona más representa un minuto y medio más, comprobado científicamente):
- Cuatro rebanadas de pan blanco.
- Un huevo.
- Una cucharada de azúcar.
- Una cucharada y media de queso mascarpone o una cucharada de queso crema (suma un chorrito de leche para mermar su sabor).
- Café instantáneo, molido o del que tengas con el que puedas preparar medio pocillo.
- Medio taza de agua para el café que vas a preparar.
- Unas gotas del licor que tú quieras, preferiblemente brandy, coñac o whisky (gotas es menos que un chorrito).
- Dos cucharadas de cacao en polvo o una cucharada de chocolate en polvo con el que haces tu leche achocolatada. La diferencia es que el cacao no tiene azúcar y es más puro.
Utensilios:
- Dos vasos de vidrio, cortos preferiblemente.
- Dos pocillos.
- Un tenedor.
Procedimiento:
Prepara el medio pocillo de café, no tiene que ser muy cargado, y agrégale las gotas de licor.
En el otro pocillo echa el huevo, el azúcar y el queso. No olvides que si usas filadelfia debes agregar un chorrito de leche.
Revuelve todo con el tenedor. Rápido, muy rápido. Que no queden grumos.
Retira con la mano los bordes del pan y resérvalos.
Parte con la mano cada rebanada de pan en cuatro trozos.
Pon en cada vaso de vidrio una rebanada del pan ya partido, es decir, cuatro trocitos.
Encima un chorrito de café.
Encima un poco de la crema.
Encima media ración del cacao en polvo o del chocolate en polvo.
Repite los pasos 6, 7, 8 y 9. Así tendrás dos capas de tu postre.
Toma los bordes y mételos en el pocillo donde estaba el café. Empújalos con tus dedos para que absorban lo poco que quedó de él. Ligeramente húmedos como están forma dos bastoncitos y pon cada uno en cada vaso para darle el toque estético a tu postre.
Mete ambos vasos en el congelador mientras llegan, no más de unos tres minutos.
Ya están estacionando, tienes dos minutos para lavarte la cara y los dientes rápidamente, echarte un poco de maquillaje y unas gotitas de perfume… ¡Y listo!
Recomendaciones:
- Puedes cambiar el pan blanco por tostadas de pan, pero ten en cuenta que será muy difícil retirar los bordes y, aún más, convertirlos en bastoncitos. Puedes omitir la decoración, no sería tan grave, o buscar algo adicional como una nuez, por ejemplo.
- Si tu suegra es italiana más te vale cambiar esta receta o venderle la idea diciéndole que es un tiramisú… ¿posmoderno?
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