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¿Por qué tienes que limpiar tu refrigerador semanalmente?

Por Eloísa Carmona - December 2021
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La limpieza del refrigerador suele ser una de las que más aplazamos, pero limpiarlo semanalmente podría traerte muchos beneficios, más allá de ahorrarte tiempo cuando hagas una limpieza profunda cada 3 meses.
Dependiendo de la frecuencia con la que compre alimentos nuevos, es decir, si haces súper semanal o mensualmente, y de qué tan seguido se te derraman cosas, el refrigerador puede necesitas un mantenimiento más o menos constante, pero lo que sí debes hacer es darle una limpieza profunda cada 3 o 4 meses. Eso significa sacar toda la comida (y ponerla en una hielera), apagar el refri, quitar las repisas y cajones y lavarlos con agua caliente y jabón. 
La limpieza y el mantenimiento adecuados del refrigerador son de vital importancia, pero se pasan por alto porque se consideran “demasiado difíciles”, y aunque esta limpieza profunda sí lo puede ser, el truco está en limpiar el refrigerador semanalmente.
Hacer esto es de verdad muy sencillo, pues esta limpieza semanal sólo consta de 3 pasos contados para mantener el refrigerador en óptimas condiciones siempre:
  • Limpia los frascos que tienden a ensuciarse por fuera, como el de mermelada, los envases de salsa o las botellas de catsup.
  • Revisa el contenido del refrigerado y retira cualquier alimento viejo o a punto de pudrirse. Pon especial atención en el cajón de frutas y verduras, pues tan sólo ahí puede haber un promedio de 7850 unidades de bacterias por centímetro cuadrado.
  • Limpia los derrames justo cuando ocurran, o al menos cada semana, para evitar que se formen manchas pegajosas.
  • Hacer esto no sólo te permitirá realizar una limpieza profunda en mucho menos tiempo, sino que además podrás evitar bacterias dañinas como la salmonela, la listeria y la E. coli, las cuales pueden reproducirse en los refrigeradores sucios, pues funcionan como caldo de cultivo.
    Por último, el almacenamiento correcto de los alimentos es fundamental, así que guarda siempre los alimentos en recipientes resistentes y herméticos. Asegúrate de que los contenedores estén especialmente diseñados para el almacenamiento de alimentos y estén hechos de materiales no tóxicos, y por último, evita almacenar alimentos descubiertos en el refrigerador, ya que esto puede provocar contaminación cruzada.