No es el pollo típico de todos los días. Las pechugas se rellenan con queso cheddar, queso crema y una salsa de ajo, mantequilla y limón. Amigos y familia te lo van a pedir frecuentemente una vez que lo hayan probado.
Precalienta el horno a 175°C. Engrasa ligeramente un refractario poco profundo.
Realiza una insición profunda en el centro y a lo largo cada pechuga, pero sin que se separe completamente. Coloca una rebanada de queso cheddar y queso crema en el centro de cada pechuga. Cierra la pechuga como si fuera un libro. Reserva.
Vierte la leche en un tazón. En otro recipiente, mezcla el pan molido con el queso parmesano. Cuidadosamente baña cada pechuga en la leche y luego en la mezcla de pan rallado, presionando ligeramente con la mano para que se pegue bien. Coloca las pechugas dentro del refractario en una sola capa.
Derrite la mantequilla en una cacerola pequeña a fuego medio. Incorpora el jugo de limón y el ajo. Rocía uniformemente sobre el pollo. Sazona con sal de ajo y páprika (si decidiste utilizarla).
Hornea durante 30 minutos, o hasta que el pollo haya perdido su color rosado y sus jugos salgan claros.
Información nutricional
* * Información por porción de 100g, porcentaje de valores diarios basado en una dieta de 2,000 calorías.
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