Igual que las carrilleras, la pluma o el secreto de cerdo ibérico, hay otros cortes de este animal que se han ‘redescubierto’ en los últimos años, y la alta cocina, en busca de materias primas de calidad y bajo coste, ha participado en elevar su valor en la gastronomía actual.
La presa de cerdo ibérico es una pieza que tiene bastante grasa intermuscular, lo que participa en que sea una carne jugosa y sabrosa, y a pesar de que el cerdo ibérico tiene mayor proporción de grasa que el cerdo blanco, está mejor considerada para nuestra salud.