Las recetas de repostería siempre son un pequeño reto que vale mucho la pena intentar. Este pastelito esponjoso por fuera y con un relleno líquido por dentro te va a enamorar con su delicioso sabor. Además, es perfecto para la familia, porque es un postre individual a basa de vainilla y chocolate blanco. No olvides acompañar con helado de frutos rojos tu volcán de vainilla.
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Ingredientes4 porciones
Preparación
Precalienta el horno a 180° C.
En un bowl, mezcla la mantequilla con el chocolate blanco y la crema para batir. Congela y reserva.
En un bowl, combina la mantequilla fundida con el chocolate blanco hasta que se funda el chocolate, revuelve bien, hasta conseguir una mezcla homogénea. Reserva.
Bate las yemas con el azúcar en un bowl, hasta que doble su volumen. Agrega la mezcla anterior en forma de hilo y reserva.
Agrega la harina con el polvo para hornear poco a poco, hasta que incorpores toda la harina a la mezcla, reserva.
Bate las claras hasta que dobles su volumen y formes picos. Agrega en forma envolvente las claras y la esencia de vainilla a la mezcla de yemas.
Barniza el molde con la mantequilla y espolvorea con la harina, forma trufas de chocolate blanco con la mezcla previamente congelada y rellena a la mitad. Agrega la trufa y cubre el molde con el relleno restante. Hornea por 18 minutos.
Sirve en un plato con helado de frutos rojos y decora con las frambuesas, las moras, la menta y el azúcar glass.
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