La búsqueda de la felicidad ha sido un tema recurrente desde hace ya bastantes años.
Conseguir la pareja ideal, alcanzar el éxito profesional, tener hijos, todo depende de la propia definición de felicidad de cada persona.
Y aquí nuestra intención no es meternos en camisa de once varas y llegar a la definición última de la felicidad. Cada persona, en su manera muy personal, de acuerdo con el momento que vive y sus necesidades, sabrá qué es la felicidad para sí misma.
Dentro de la larga lista de fuentes de felicidad que podemos encontrar, la adquisición de objetos de deseo suele ser la más común. Comprar ese par de zapatos increíbles, conseguir el vestido ideal, encontrar el maquillaje perfecto, todas estas son pequeñas maneras de alcanzar la felicidad. ¿No es así?
Pues no. Pero eso no significa que no puedas comprar la felicidad. De acuerdo con recientes investigaciones de la Universidad de San Francisco las personas que destinan su dinero a adquirir experiencias en lugar de objetos materiales son mucho más felices.
Ir de compras provoca la liberación de endorfinas que genera un estado de felicidad y bienestar, pero solo de manera efímera. En cambio, las emociones y los recuerdos de una experiencia pueden durar años.
Antes de que sufras un ataque de compras y te acabes tu quincena en el nuevo smart phone o en esos zapatos preciosos, considera estos tips para que tu dinero te lleve a la felicidad:
- No te dejes llevar por la extravagancia. A simple vista podría parecer que los objetos más ostentosos pueden hacerte más feliz, pero la verdad es que son las pequeñas cosas las que más se disfrutan. En lugar de endeudarte los próximos seis meses en un abrigo, considera invertir ese dinero en una cena con tus amigos o tu familia.
- Todo se disfruta más cuando se comparte. Por supuesto, no tiene nada de malo darse un gusto de vez en cuando, pero sorprender a tu amiga o a tu pareja con un regalo no solo le hará el día, sino que también te dará una sensación de gratificación y felicidad.
- Olvídate de la avaricia. No te empeñes en conseguir cosas solo por el hecho de acumularlas. Si tienes la oportunidad de rentar o compartir gastos, puedes aprovechar mejor tu dinero y disfrutar más experiencias.
- Invierte en ti. Ya sea un masaje, un tratamiento en spa, unas clases de meditación o de cocina pueden hacerte sentir más feliz durante más tiempo que unos lentes carísimos. Piensa todo lo que podrías hacer con el presupuesto para ropa de un mes.
La definición de felicidad es algo muy íntimo. No dejes que nadie te diga cómo vivir tu vida para alcanzar la felicidad. Olvídate de los catálogos de ropa y decoración. Si lo que verdaderamente quieres es irte de viaje a Italia, no importa si tu armario o tu casa se ven geniales o no.
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