Si te ha pasado que después de comer un plato de cereal sientes
malestar estomacal, es probable que las proteínas de los alimentos te estén afectando.
Existe un tipo de proteína, llamada
lectina, que se encuentra principalmente en las
legumbres, granos y ciertas verduras. La función principal de esta proteína es proteger a la planta, por lo que al momento de ingerirse puede interactuar negativamente en el sistema digestivo.
Aunque no todas las personas presentan los mismos síntomas, los alimentos que contienen lectinas suelen provocar una respuesta del
sistema inmunológico, ya que a su paso por el tracto digestivo, dañan las paredes intestinales.
Ingerir vegetales con lectina puede ocasionar desde malestares leves,
como flatulencia o náuseas, hasta diarrea, vómitos y erupciones en la piel, entre otros síntomas.
Si has presentado algunas de estas molestias, te sugerimos reducir el consumo de estos alimentos:
- Legumbres
- Granos
- Calabaza
Otra manera de disminuir los efectos negativos de la lectina en el organismo es procesando los alimentos antes de consumirlos:
- Remójalos antes de cocinarlos. Pon en remojo las legumbres y cambia el agua constantemente.
- Ferméntalos. Con este proceso, las bacterias buenas digieren las lectinas, reduciendo considerablemente la cantidad presente en los alimentos.
- Cocínalos en olla a presión. Prepara los tomates, frijoles, quinoa y papas en una olla de este tipo para reducir (ojo, pero no eliminar del todo) las lectinas.
- Pélalos y deshazte de las semillas. Por lo general, las lectinas se concentran en la piel y en las semillas, así que quítalas antes de comer las verduras.
- Elige granos blancos. En este caso, te conviene más consumir alimentos hechos a base de granos blancos y no integrales.
Consiéntete con estas recetas bajas en lectinas: