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El menú para tu boda

Por Kiwilimón - June 2011
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En una boda se tienen que cuidar todos los detalles al máximo. Durante meses se prepara la celebración para que el día clave salga todo como siempre se ha soñado. Aqui también el salón del banquete y, sobre todo, el menú que se degustará, no pueden deben ser muy importantes. Por lo general, una gran variedad de platos de mayor o menor sofisticación inundan las mesas para las celebraciones de las bodas. La selección de un menú que se ajuste a las expectativas de los novios y, por supuesto, de los invitados, suele traer un poco de estrés. Para que no tengas problemas a la hora de componer tu menú nupcial, te damos algunas pautas para conseguir que los invitados disfruten al máximo de la celebración de la boda.

Bienvenida

Antes no era nada habitual ofrecer una recepción a los invitados previa al banquete. Ahora es muy común degustar algunas unas entradas acompañadas de buen vino en una sala o jardín junto al salón de la celebración, para que los invitados convivan un poco mientras los novios terminan de hacerse las fotos. En estas recepciones se deben servir canapés ligeros con el fin de no llenar el estómago de los asistentes antes de tiempo. Aquí caben desde pequeñas croquetas, hasta tartaletas con cremas de queso, salmón o caviar, así como tostas de pequeño tamaño cubiertas de ingredientes sencillos, pero muy decorativos. Por supuesto, todo ello regado con vino, cerveza o algún refresco.

Entradas y marisco

Lo que hace años era, en general, un plato de entremeses surtidos, se convierte actualmente en recetas tan elegantes como los champiñones rellenos gratinados. El marisco es parte imprescindible de todo menú nupcial. Por lo general, unos langostinos, cocidos o a la plancha, o unas cigalas, son una buena opción. Si los quieres con un toque elegante, puedes hacer saquitos atados de gambas o camarones y ajos tiernos.

Carne y pescado

Los pescados ofrecidos son infinitos: desde lubina hasta merluza, pasando por rape, rodaballo o lenguado. Lo importante es la salsa con la que se aderece. En cuanto a la carne, depende mucho de la zona geográfica donde se realice la boda.

El postre

Aunque nos cueste concebir una boda sin su corte del pastel nupcial, hay personas a las que no les gusta este proceso y lo que hacen es presentar un postre especial y descartan el pastel. Aún así, sigue siendo frecuente ver la tarta entre los postres. Lo normal es presentarla junto con algún helado que combine bien con ella. Algunas delicias que puedes poner para finalizar el menú son:   Tarta de Chocolate Blanco con Frambuesas  Pastelitos de boda Si combinas bien los platos, es más que seguro que la celebración sea un éxito. Se suele pensar que lo mejor es que haya mucha comida, pero una presentación especial y productos de primera calidad son mucho más importantes. Pero sobre todo, no hay que obsesionarse con la idea de que los invitados puedan quedar con hambre. Eso nunca ocurre en una boda.