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Razones por las que congelar masa para galletas es una gran idea

Por Kiwilimón - July 2019
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Llegó tu mejor amiga con mucho que platicar o tus hijos invitaron compañeritos porque tienen un trabajo de la escuela… No importa la ocasión, siempre hay buenas razones para tener galletas caseras recién hechas, pero no siempre hay tiempo para prepararlas.
Por eso tu congelador puede ser un gran aliado para estar listo y llenar en unos minutos tu casa con un dulce aroma.

Ya que no todas las masas de galleta se congelan de la misma manera, pues no siempre obtienes resultados ideales, aquí te damos unos tips para que la próxima vez que prepares galletas, hagas el doble de masa y la conserves para una de esas tardes especiales.

Qué tipos de masa congelar
Las mejores masas para congelar son las que tienen mucha mantequilla y no llevan tanto huevo batido, como madeleines, o mucho polvo para hornear. Tampoco es buena idea congelar galletas con base de merengue.

Galletas de mantequilla
Son las mejores para reservar en el congelador. Generalmente sus ingredientes son mantequilla, harina, azúcar, vainilla o chocolate en polvo, y a veces, huevo o yema. Para guardar esta masa, forma troncos y envuélvelos cuidadosamente, primero con plástico y después con aluminio. Deben quedar herméticos para que no absorban olores o se afecte su textura.

Puedes cubrir los troncos con azúcar y canela. Para prepararlas, corta rebanadas de poco menos de un centímetro de grosor y se verán lindas una vez horneadas.

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Masas para cortadores
Si te encanta usar todos esos cortadores de figuritas que has coleccionado, cuando esté lista la masa, forma un rectángulo de unos 4 cm de espesor y envuélvelo igualmente con plástico y aluminio. Cuando vayas a usar la masa, colócala en el refrigerador antes y cuando esté lista, la puedes extender y cortar. Esto es ideal para los muñequitos de jengibre navideños.

Bolitas
La mayoría de las recetas de galletas de chispas de chocolate requieren porcionar la masa en bolitas o con una cuchara para helado, al igual que los polvoroncitos de nuez, o las galletas de avena.

Forma las galletas como acostumbras y congélalas en charolas una media hora o suficiente tiempo para que se sientan firmes. Esta misma técnica es muy útil para las galletas de duya.

Una vez que estén listas, empácalas en bolsas, procurando sacar la mayor cantidad de aire posible. Así será más fácil usar sólo la cantidad justa.

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Lista para hornear
Coloca las bolitas o rebanadas de masa en una charola antiadherente cubierta con papel siliconado o engrasada y enharinada. El tiempo que toma tu horno en llegar a la temperatura adecuada generalmente es lo que necesitas para que estén listas para cocinarse.

Calcula un par de minutos más al tiempo habitual ya que partas la masa parcialmente congelada o muy fría.

Si prefieres, puedes congelar galletas horneadas
Déjalas enfriar completamente y empácalas en un contenedor hermético con papel encerado entre capas. Esto también funciona muy bien para brownies o barritas de galleta cortadas en piezas individuales.

En cualquiera de los casos, no es buena idea tener masa o galletas cocidas congeladas por más de tres a cuatro meses. Disfrútalas lo más pronto posible, siempre puedes preparar más.