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Dieta para el hígado graso: todo lo que debes saber

Por Eloísa Carmona - June 2020
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De entre las enfermedades crónicas, el hígado graso o esteatosis hepática no alcohólica es una de las más comunes, tanto que entre 20 y 30 por ciento de la población mundial lo padece.

Existen varios factores para que una persona desarrolle esta enfermedad, entre ellos, algunos de carácter genético, pero también ambientales, sociales y de comportamiento, en especial, alimenticio, por lo que llevar una dieta adecuada y congruente con las necesidades de cada persona es esencial para mantener el hígado sano.

Este órgano "es muy importante en el cuerpo", señala la nutrióloga Rocío González, especialista en Obesidad y Cormobilidades, y padecimientos como este "pueden complicarse hasta ser una insuficiencia hepática, es decir, que tu hígado deja de funcionar, pero es una enfermedad que en etapa temprana puede tratarse".

¿Qué es hígado graso?

El hígado graso es una afección que ocurre cuando la acumulación excesiva de grasa en el hígado provoca inflamación, lo que puede desarrollar cicatriz por la inflamación constante (conocido como fibrosis) y, finalmente, provocar daño hepático crónico o cirrosis.

Aunque con frecuencia las personas quieren saber los síntomas del hígado graso, este padecimiento tiene una progresión asintomática, es decir, no suele tener síntomas, “solo algunos con estatohepatitis no alcohólica pueden presentar fatiga, malestar general y dolor abdominal 'vago' en cuadrante superior derecho”, de acuerdo con la Secretaría de Salud.

Por otra parte, según la Organización para Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), la obesidad es considerada uno de los principales factores de riesgo de esta enfermedad, además de la diabetes, los niveles excesivamente elevados de colesterol o grasas en la sangre (dislipidemia), el síndrome metabólico (es decir, el conjunto de presión arterial elevada, azúcar en la sangre elevada, exceso de grasa corporal en la cintura y niveles anormales de colesterol) y la etnia, pues estudios han mostrado que los hispanos y japoneses padecen más de hígado graso.

Dieta para el hígado graso

Cuando una persona es diagnosticada con hígado graso, el tratamiento no farmacológico con frecuencia indica una modificación en el estilo de vida, por ejemplo, eliminar el consumo de alcohol, bajar de peso y una dieta hipocalórica sola o en conjunto con incremento en la actividad física, claro, todo guiado por profesionales de la salud, como un nutriólogo.

La dieta hipocalórica consiste en controlar la ingesta de calorías, pues cuando consumimos más calorías de las que necesitamos, estas se almacenan como tejido graso o adiposo.

Por ejemplo, en esta dieta se suele reducir la ingesta diaria de alimentos que contengan grasas saturadas o alimentos azucarados y preferir el consumo de cereales integrales, como trigo, avena y pan integral; frutas y verduras crudas ricas en vitamina C y A, como fresas, piña, kiwi, uvas, zanahorias y pimientos; pescados blancos, carnes magras (aquellas que contiene poca grasa, como la pechuga de pollo), todos ellos cocinados de formas saludables, como a la plancha o al vapor.

Aunque este tipo de dieta no elimina el consumo de ningún tipo de nutriente, sí se invita a evitar el consumo de bebidas alcohólicas o gaseosas, carnes rojas muy grasosas, embutidos, especias muy fuertes, frituras y salsas grasosas, por ejemplo.

La nutrióloga Rocío González invita a "basar la dieta en frutas y verduras", y para hacerlo, sugiere incluirlas como colaciones, "acompañar los 3 tiempos principales de comida con fruta para el desayuno, por ejemplo, y verduras en comida y cena", señala y continúa con la recomendación de "cuidar la calidad de los alimentos, elegir productos más naturales, menos procesados".

También menciona que es importante tomar suficiente líquido y hacer ejercicio, "el que más te guste, ya sea media hora de bailar, de hacer zumba o de andar en bici, lo importante es empezar a moverte y mantenerte activo", comenta.

Por último, su consejo más importante es que si ya fuiste diagnosticado con hígado graso, acudas a un "especialista para hacer un plan de alimentación especializado y no probar con dietas que no conoces, también, de ser posible, conocer tu gasto energético diario, para calcular tus equivalencias al día y comer lo que tu cuerpo requiere, así tomas control de tu alimentación y es más sencillo elegir alimentos que te gusten, sin abusar de tus porciones", nos explica la especialista en obesidad y cormobilidad. 

En resumen, trata de llevar una dieta equilibrada rica en frutas, verduras, proteínas y carbohidratos, pero baja en grasas, azúcar y sal; recuerda que esta enfermedad sólo puede ser diagnosticada por un médico y que una dieta siempre debe ser guiada por un nutriólogo, pues debe ir adapatada a tus necesidades.