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La historia del ayuno

Por Kiwilimón - March 2014
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Ayunar no es ningún tipo de moda o fanatismo, de hecho es una tradición histórica llevada a cabo a través de los siglos por diferentes culturas. Aquí un poco de la historia de este sacrificio que también cuida del cuerpo.

En Cuaresma, el ayuno es una práctica de abstinencia de alimentos que permite a los fieles creyentes crecer y meditar en la palabra de Dios. El propósito del ayuno es negar los placeres físicos en busca de un crecimiento espiritual y de una comunión profunda con la religión y es así como se ha tomado por diferentes religiones a través de la historia.

Habiendo comprobado los beneficiosos efectos del ayuno, muchos sabios de la antigüedad introdujeron en las religiones el mandato de ayunar: los Católicos y otros Cristianos durante la Cuaresma, los Judíos el Día del Perdón, los Hindús en el Ekadashi, etc. También los Pueblos Islámicos o Musulmanes tienen una elevada estima por la práctica del ayuno pues además de comprobarse su beneficio para el cuerpo (cuando se hace con cuidado), permite liberar la mente de deseos más terrenales y concentrarse en lo espiritual. Tal vez el personaje más ilustre de la historia que utilizó el ayuno como un arma de bien fue el líder pacifista Mahatma Ghandi. Este hombre ejemplar ayunó por 40 días tratando de lograr la paz y liberación de su nativa India pues una de sus creencias era que “Cuando existe un dolor que no podemos eliminar, debemos ayunar”. Después de su ayuno de más de mes y medio Ghandi sobrevivió 24 años más en excelente salud y siempre habló altamente del ayuno y sus beneficios corporales y espirituales. Ahora, desde 1925 se han hecho investigaciones sobre el impacto de ayunar sobre el cuerpo. Según declaraciones del Dr. Spencer se comprobó que en un ayuno de 24 días, la tercera parte del peso que se pierde no es grasa, sino músculo, incluso músculo cardíaco. Es por esto que, en primera, uno debe estar consiente de lo que está haciendo al ayunar y tomar las máximas precauciones. Después se debe cuidar del cuerpo, aún en ayuno, y dejarlo descansar. Y finalmente no se debe entender el ayuno como una práctica para bajar peso, sino con un fin mucho más moral que físico.  

Recetas de Cuaresma

 

 Gnocchi sobre Hongos con Salsa de Mascarpone con Rábano

 Crepas con Queso y Jaiba

 Tacos de Pescado Estilo Tamaulipas

 Caldo de Camarón Seco

   

"¿Conocías la historia del ayuno?"