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Escuchar al cuerpo, la salud de 2021

Por Shadia Asencio - January 2021
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El cuerpo es el carruaje que nos fue dado para transitar la vida. Una vez que se agota, no existe un nuevo modelo, ni la posibilidad de comprarse otro al 2x1. Se dice mucho sobre su cuidado. La tendencia son las vitaminas y los alimentos que las contienen. El tema es ubicarse en el enjambre de posibilidades que se ofrecen allá afuera para mejorar su salud; observar si nuestra elección nos lleva a obsesionarnos con él o, por el contrario, a restarle valor.

Para mí, cuidar el cuerpo es escucharlo. Sentarse un momento a sentirlo; conectarse con sus sensaciones: el dolor, el ardor, el placer, la armonía, la quietud. Él no miente. Anteriormente nos habían dicho que prestarle demasiada atención era un acto frívolo, que nuestra forma de filtrar el mundo debía ser a través de la razón o, si acaso, de los sentimientos, nunca a través del cuerpo o de las vísceras.

Para la medicina oriental, el cuerpo habla y su estado de salud es el reflejo de las creencias de la mente y el discurso de las emociones. El cuerpo es el gran conector de todo. Gabriel Bello, comunicador certificado por el HeartMath Institute de Estados Unidos, afirma que “el cuerpo habla su propio idioma y si no lo entendemos es porque claramente no le dedicamos tiempo”. Basta observar que, si la mente está enfrascada en un dilema, el cuerpo apoyará la causa con un dolor terrible en los omóplatos. Si experimentamos ira, el cuerpo participará en el diálogo regalándonos una buena gastritis o un colón irritado, cuanto menos.

Hay mucha literatura al respecto. Louis Hay, la famosa precursora del Nuevo Pensamiento, afirmaba que las enfermedades son el resultado de una emoción negativa y que para sanarla hay que intercambiarla por una positiva. Para Gabriel Bello, “las enfermedades son desequilibrios energéticos causados por distintas emociones. Entonces, si generamos emociones negativas, destructivas y estrés, ese desequilibrio llega a nivel celular. El cuerpo dará avisos de que algo no bueno está sucediendo. Si no hacemos caso, surge la enfermedad”.

Ello no significa que los buenos pensamientos justifican la alimentación desequilibrada o la falta de ejercicio. Pero todo comienza desde dentro. De ahí la importancia de la meditación como técnica para mantenernos conscientes. Una vez que se escucha e interpreta la guía del cuerpo, podemos poner atención al resto: a sus amigos los pensamientos y las emociones. Cuando lo de adentro es atendido de la forma correcta, lo de afuera –las decisiones de alimentación, por ejemplo– adquieren otra perspectiva. Y hasta entonces, y no al revés, veremos cada ingrediente, cada rutina de ejercicio, el menú que ofrecemos a la familia, como potenciales de sanación. Hasta los antojos se verán diferentes.

Los antojos son una de las formas que tiene el cuerpo para expresarse. A algunas mujeres embarazadas les da por comer ladrillos, gises, paredes. La razón: el organismo requiere calcio y, en ese estado tan claridoso, se potencia el antojo. Y así pasa siempre. Cuando los antojos vienen desde el lugar correcto –no de las emociones no resueltas, o de las carencias de la mente– expresan lo que el cuerpo necesita para su mejor funcionamiento.

Cuidar el cuerpo es tomarse el tiempo para sentirlo, vivirlo, agradecerlo. Este 2021 la invitación es volvernos íntimos con él, convertirnos en su mejor amigo, entablar conversaciones de ida y vuelta y aprender a leer su lenguaje. Gabriel Bello incluso habla de “darle estímulos positivos, constructivos y amorosos” para mantenerlo sano. Este bien podría ser el mejor propósito del año: el cuerpo como guía para alcanzar un mejor yo.

Si necesitas ayuda extra te presentamos nuestra nueva sección: Kiwilimón Te ciuda. En ella te compartimos las herramientas para lograr un cuerpo gozoso y feliz. Encontrarás recetas para diferentes tipos de alimentación, consejos y el reto Keto, una dieta de quince días avalada por nuestro equipo de nutriólogas en la que removimos los carbohidratos simples, los procesados y los azúcares para darle un reboost al organismo. Antes de comenzarla, recuerda consultar a un médico y a la par, escuchar a ese sabio que vive en ti. ¿Nos acompañas?