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¿Por qué es tan importante el chile en nogada en nuestra cultura?

Por Shadia Asencio - July 2020
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“Esos platones tricolores duraron muy poco tiempo: en un abrir y cerrar de ojos, los chiles desaparecieron de las charolas... Qué lejano estaba el día que Tita se había sentido como un chile que se deja por decencia para no demostrar la gula”, escribía Laura Esquivel en Como Agua para Chocolate. Yo amo este libro, pero sinceramente no concibo el tiempo en el que los chiles en nogada se dejaban olvidados en el fondo de un plato. No sé si para ustedes pero para mí, sería pecado capital ignorar las cinco horas que, por ejemplo, le tomaba a mi abuelo Toyo pelar las nueces de Castilla. Un gancho al hígado a las tres horas que a Doña Mago, la ayudante de mi amada abuela, le tomaba asar, desvenar y pelar los chiles. Ni qué pensar de las otras cinco horas que le tomaba a mi abuelita preparar la nogada, picar todos los elementos del picadillo, cocinarlos y rellenar cada chile. La recuerdo sentada, tomando con sus manos una bolita de picadillo y metiéndola, con todo cuidado, en el interior de un chile. “Si lo haces con cuchara te salen flacos”, decía ella, una persona que perdonaba todo, menos mal comer. En total le tomaba trece horas completar el platillo: ¿a alguien le queda duda de lo mucho que valían la pena?

El por qué los chiles en nogada son tan importantes en la gastronomía de México tiene un poco que ver con la sobada y no comprobada historia de Agustín de Iturbide, en cuyo honor las monjas agustinas del convento poblano de Santa Mónica crearon el platillo, o al escritor Artemio de Valle Arizpe con su relato sobre las tres novias, los tres soldados y un plato para recibirlos que llevara los colores de la bandera trigarante. Tal vez el recuento de los chiles en nogada y su importancia merezca un viaje anterior. Uno de conquistas y mestizajes conjugados dentro de un platillo barroco en ingredientes, técnicas y sabores: la carne picada y especiada con sus recuerdos moriscos; los chiles, el tomate y el acitrón (procedente de la biznaga, hoy en peligro de extinción), legado del Nuevo Mundo; las nueces de Castilla y el jerez importados desde España; las especias traídas de Oriente.

La importancia del chile en nogada también podría llevarlos a las elegantes cenas de Porfirio Díaz, con sus gustos afrancesados y acentos nacionales. Se dice que el oaxaqueño era un adepto al platillo y lo pedía en la celebración de su cumpleaños. Nadie lo culpa. El chile en nogada nunca deja cortos los deseos del alma.

Gerardo Vázquez Lugo, amo y señor de Nicos, –el restaurante consagrado de la lista de los World’s 50 Best Restaurants– dice que la importancia del chile en nogada son sus ingredientes y su origen. Cada platillo salido de su cocina en Azcapotzalco es un mapa que traza una línea recta hacia los productos y los productores de Zacatlán, del Valle de Tehuacán o de Calpan en el estado de Puebla. Hasta sus platones de talavera hacen honor a la zona. El chile en nogada para él es un platillo que, además, “no desperdicia, es de temporada y usa todo lo que hay disponible en ese momento en una región: las manzanas panocheras, el chile poblano, la pera, la granada”.

Para el chef Gerardo Vázquez Lugo no hay UNA sacrosanta receta, esa a la que le daríamos por nombre “La buena”. Existen, en cambio, un sinfín de posibilidades que se adaptan a los tiempos y a los hallazgos de cada familia hasta culminar en una receta que se hereda con más emoción que un collar de perlas. Y de ahí su verdadera relevancia: tal como la cocina tradicional mexicana declarada Patrimonio inmaterial de la humanidad por la UNESCO –un mérito en el que él y muchos otros investigadores y cocineros nacionales tuvieron que ver– “el chile en nogada es cultura ancestral, viva y colectiva de gran orgullo”.

Comer un chile en nogada es devorar cultura. Prepararlo, también. Es un momento de unión, de fiesta. Es una suerte de Noche Buena a la mexicana. Para el chef Gerardo, “implica tradición, temporalidad e ingredientes”. Y mejor aún, “nos reúne alrededor de la cocina. Esa es la celebración”.

En los próximos días y hasta el quince de septiembre seguiremos hablando de la importancia de los chiles en nogada. Les daremos algunos tips y sugerencias de cómo hacerlos en casa. Hablaremos de sus ingredientes y de algunas leyendas de su preparación como el chef Gerardo Vázquez Lugo y muchos otros investigadores férreos de la culinaria mexicana. Que comiencen los juegos del chile en nogada y que la caminadora nos agarre prevenidos.

Recetas en nogada para iniciar la temporada:

Chile en nogada capeado

Chile en nogada sin capear