500 gramos de pasta de hojaldre, de buena calidad y fresca
1 taza de sustituto de azúcar, Splenda (para hornear)
suficiente de harina
Preparación
1h
0 mins
Baja
Precalienta el horno a 200 °C. Extiende la pasta de hojaldre, de forma rectangular, sobre una mesa con un poco de harina para que no se pegue.
Ya que extendiste la masa, pon azúcar sobre la mesa y con ayuda del mismo rodillo, presiona la masa para que se impregne del azúcar y repite por el otro lado. El azúcar es al gusto, dependiendo de qué tan dulce te gusten.
Dobla los dos extremos largos de la masa hacia el centro, de manera que te queden parejos. Finalmente, dobla la masa a la mitad por el mismo lado que la habías doblado anteriormente.
Con ayuda de un cuchillo filoso, corta pedazos del rollo que te quedo, de un centímetro aproximadamente.
Coloca los pedazos sobre una charola antiadherente separados para que no se peguen.
Mete las charolas al horno y hornea hasta que estén bien cocidos. Puedes dejarlos más tiempo si te gustan un poco dorados.
Información nutricional
* * Información por porción de 100g, porcentaje de valores diarios basado en una dieta de 2,000 calorías.
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