Estos pequeños pastelitos tienen su origen en los bollos ingleses, indispensables en la ceremonia del te, que los emigrantes del siglo XVII llevaron al Nuevo Mundo. Pronto fueron creando versiones mas rápidas y sencillas de realizar, con ingredientes mas consistentes como la harina de maíz, la manteca de cerdo y las verduras, transformándolos en estupendos tentempiés. Con el paso de los años cada región fue desarrollando sus especialidades basadas en los ingredientes típicos de cada zona. Los mufins se habían convertido en los pastelitos de la abuela, algo muy casero. Pero esto cambio cuando en 1880 un panadero ingles S.B. Thomas, abrió una tienda en Nueva York, transformo y refino estos dulces y empezó a suministrar grandes cantidades diarias a hoteles y restaurantes frecuentados por la alta sociedad de la Gran Manzana.