Separar las yemas de las claras. Poner las yemas con el azúcar en la batidora y batir hasta tener una consistencia cremosa y que los granos de azúcar se disuelvan (estará de color amarillo pálido).
Batir las claras con una pizca de sal (o cremor tártaro) en la batidora hasta que estén esponjosas a punto de nieve. Agregar a la mezcla de las yemas en forma envolvente, no muy rápido para no perder el volumen.
Poner el harina encima de la mezcla con un colador, poco a poco, y mezclando con movimientos envolventes hasta haber terminado de agregar toda la taza de harina.
Meter al horno precalentado a 160 grados centígrados en un molde redondo.
Mientras se hornea, preparar el betún. Calentar la crema en una olla sin parar de mover hasta que hierva. Apagar el fuego y agregar el chocolate blanco en trozos. Revolver bien para que se derrita el chocolate blanco.
Ya que el pastel esté listo, retirar del horno y dejar que se enfríe. (Puede insertar un palillo para asegurarse de que esté listo).
Mezclar la leche condensada, la evaporada, el resto de la crema y el ron o licor.
Se rebana el pan entre 2-3 partes (dependiendo si quieres 2 o 3 capas).
En la primera capa de pan, se pone un poco de la mezcla de leches encima, y luego unas rebanadas de duraznos en rebanadas. Luego se pone la otra capa de pan y se cubra otra vez con el resto de la leche. (Si se tienen 3 rebanadas se ponen más duraznos y se termina con la leche).
Una vez listo el pastel, se cubre con el chocolate blanco derretido hasta cubrirlo todo. Se decora con duraznos en rebanadas y chocolate blanco rallado.
Información nutricional
* * Información por porción de 100g, porcentaje de valores diarios basado en una dieta de 2,000 calorías.
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