1 cucharada de azúcar, o 1/4 de cucharadita de sustituto de azúcar para quitar la acidez del tomate
sal, y pimienta al gusto
1/2 cebollas, en brunoise (pequeños cuadritos)
1/2 cucharadas de aceite de canola
4 dientes de ajo, machacado
orégano molido
hojas de albahaca frescas, troceada al gusto
Preparación
2h
0 mins
Baja
Hacer un corte en cruz en la punta de cada jitomate.
En una olla con agua hirviendo, colocar los jitomates hasta que la piel empiece a desprenderse.
Sacar del agua y dejar enfriar.
Pelar y picar en cuartos y extraer la semillas.
Picar en brunoise (pequeños cuadritos).
Llevar a una olla y hervir a fuego lento los tomates ya picados y sin tapa.
Tiempo de cocción: 45 minutos. Por cada kilo de jitomate. Se empieza a correr el tiempo desde el primer hervor de los jitomates, agregar agua de ser necesario para que no se seque la salsa y se deshaga completamente el jitomate. Nota: En este punto se obtiene una salsa de tomate que se puede congelar y sirve de base para otras salsas como boloñesa, napolitana, putanesca y marinera, entre otras.
En una olla suficientemente grande verter el aceite.
Dorar el ajo sin quemar.
Verter la cebolla y sofreír.
Agregar la salsa de jitomate madre y dejar hervir.
Si desea agregar el orégano y la albahaca en este momento o al final de la cocción de la cebolla.
Verter la azúcar o sustituto de azúcar.
Corregir la sal.
Agregar la pimienta al gusto.
Información nutricional
* * Información por porción de 100g, porcentaje de valores diarios basado en una dieta de 2,000 calorías.
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