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¡Ah, el mole! Esa deliciosa salsa hecha a base de chocolate y chile es un clásico de la gastronomía mexicana y, por supuesto, un básico de toda cocina mexicana. Aunque por lo general, los ingredientes principales son los mismos, existen algunas otras variedades, ¿lo sabías?
Si aún crees que las variedades de mole son las diferentes marcas de los enlatados que te puedes encontrar en el súper mercado, te urge leer esta guía del mole mexicano:
Mole negro
Este es tal vez uno de los más conocidos. Lleva más de 30 ingredientes (chiles, especias, semillas y hierbas). El sabor característico de este tipo de mole se debe a la combinación del chocolate con la canela y el plátano macho. Para que un mole negro sea verdaderamente tradicional, este debe freírse en manteca de cerdo.
Como su nombre lo dice, esta variedad es originaria del estado de Puebla. El mole poblano es el que comúnmente se sirve en los restaurantes. Su color es un poco más rojizo, ya que lleva menos chocolate, y es más picante. Así como el mole negro, puede servirse con pollo o pavo.
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El colorado es una versión entre el negro y el poblano. Puedes distinguirlo por su color ladrillo y su textura. Para elaborar el mole colorado se usan ciertas hierbas, las cuales ayudan a darle mayor cuerpo a la salsa. Se puede servir con puerco, res o pollo.
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Este es uno de los rebeldes de la familia de los moles, ya que se brinca uno de los principales ingredientes de esta famosa salsa: el chocolate. Hecho con cilantro, chile verde y tomatillo, se parece más a una salsa verde. Acompaña el mole verde con carne de pollo o puerco y chayotes.
Aquí otro transgresor de los moles que tampoco lleva chocolate. Este mole tiene un vibrante color amarillo por los chiles chilhuacles amarillos que lleva. Para espesar la salsa se agrega un poco de masa de maíz. El característico sabor del mole amarillo se debe a la hoja santa, que le da un toque anisado.
A diferencia de los otros moles, el mole chichilo tiene una consistencia líquida. Aunque tampoco lleva chocolate, tiene un aroma muy especial por los chiles y las cenizas de las tortillas y semillas que se ponen a tostar. Este tipo de mole se suele servir con carne de res.
Este mole es espeso y rico en sabores por la piña y el plátano macho que se agregan a la salsa. De hecho, es común que se sirva el platillo acompañado de grandes rodajas de plátano frito. Dependiendo del estado donde lo pruebas, puede ir acompañado de pollo, gallina, cerdo o pavo.
Verde, poblano, chichilo, ¡no importa! El mole es delicioso en todas sus versiones. Y tú, ¿ya has probado todos los tipos de mole? Te invitamos a prepararlo con estas deliciosas recetas:
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