Tener antojos parece incluso aún más terrible mientras estamos en casa, por lo que no sucumbir ante ellos a veces parece una tarea muy difícil.
Incluso si has intentado mantener una rutina semanal con ejercicios incluidos, la naturaleza misma de quedarse en casa significa que es probable que te muevas mucho menos de lo que estás acostumbrado. Si a todo esto le añades el miedo constante de un virus, l
a nueva normalidad está llenad de
ansiedad.
Así que los antojos son inevitables en este ambiente de ansiedad e incertidumbre, lo malo es que no se nos antoja un gran plato de lechuga, sino esos alimentos que no tienen mucho
aporte nutricional para nosotros.
Para ayudarte a frenar esto un poco, te ayudamos a
entender por qué sólo quieres comer comida chatarra y, lo mejor, alternativas mejores para suplir esos antojos.
El estrés crónico sí
puede alterar tus preferencias alimentarias, por lo que es normal experimentar antojos de comida azucarada o alta en carbohidratos, es decir, mientras estás ansioso y estresado, es más probable que agarres una bolsa de papas o tres galletas en lugar de una bolsa de zanahorias o de apios.
Además, los niveles más altos de estrés también alteran las dos
hormonas principales del hambre: leptina y grelina. Esto provoca que tengas antojos con mayor frecuencia, incluso si no tienes hambre física realmente.
La otra razón por la que tienes estos antojos feroces es porque la comida chatarra es
una forma rápida de liberar dopamina, sí, la hormona de la felicidad que provoca una respuesta de bienestar. Y una más, también puedes tener ganas de comer sólo porque estás aburrido y esta es una forma de entretenerte.
No hay una estrategia precisa para evadir estos antojos, pero sí puedes seguir ciertas pautas para mantenerlos equilibrados, por ejemplo, no trabajes cerca de la cocina, mantén tus comidas balanceadas cada cuatro horas, haz una pausa antes de comer y reflexiona sobre si realmente tienes hambre o si sólo es estrés y, finalmente,
sé realista: no vas a dejar de querer consolarte con la comida, siempre puedes comerte esas alitas, si recuerdas que comerlas diario no es lo mejor.
4 alternativas sanas para cuando tienes antojos en casaLa versatilidad de la comida puede ser la solución para tener alternativas que sepan como ese antojo, pero tengan un aporte nutricional más alto.
Por ejemplo,
la coliflor puede ser un gran aliado para esto, pues hay mil platillos en los que puedes usarla.
1. Alitas de coliflorUna original forma de caer en el antojo de
alitas es hacerlas de coliflor, con la misma salsa que las condimenta, pero sin comer una pieza de pollo frita.
2. Tacos al pastor sin carneComer tacos es una de las cosas que más disfrutamos, pero también puedes obtener una versión más ligera si usas
soya o, sorpresa, también coliflor en lugar de carne de cerdo.
3. Vegetales horneados con sabor a papas fritasLa
papas son bajas en vitaminas, pero las zanahorias son un vegetal que tiene más de la mitad de los carbohidratos y está lleno de vitaminas A y C; al cortarlas en tiras finas, sazonarlas generosamente y hornearlas hasta que estén crujientes, obtienes la misma textura satisfactoria que las papas fritas pero sin ninguno de los efectos secundarios de engorde.
4. Mac & cheese sin pastaLos
macarrones con queso clásicos son una bomba de grasa y carbohidratos sin proteínas, pero una vez más, puedes reducir los carbohidratos al reemplazar la pasta estándar con coliflor o una variedad de garbanzos, que contiene un tercio de los carbohidratos de los macarrones de codo regulares.