Logra que tu pequeño aprenda que el cepillado es algo que debe hacer todos los días, desde que aparecen sus primeros dientecitos. Ten paciencia, cualquier hábito, es algo que se aprende sólo con la práctica, y claro con ayuda de sus papás. ¡Toma nota de estos tips!
Elige un cepillo de dientes para niños con cerdas suaves o un dedal si tu hijo es muy pequeño. Busca cepillos con cabezas pequeñas y que indiquen en el empaque para que edad son recomendables.
Ponle al cepillo/dedal una pequeña capa gel dental sin flúor, como la de Colgate My First, la cual está diseñada para bebés de 6 a 24 meses. Es un gel transparente, sin conservadores, fácil de aplicar y que si tu hijo lo ingiere, no le causaría problemas.
Abre cuidadosamente su boquita con el mismo cepillo/dedal y comienza a limpiar los dientes traseros y luego sigue con los delanteros. Recuerda que los dientes de abajo se cepillan de abajo hacia arriba y los dientes superiores de arriba hacia abajo.
Aprovecha para echar un vistazo a su boca y ver si otros dientes ya están saliendo.
Limpia las encías con mucho cuidado. Si te da miedo lastimarlo con el cepillo/dedal, usa un pedacito de gaza húmeda y usa tu dedo para pasarla sobre las encías.
Puedes cantarle una canción mientras cepillas sus dientes para que no lo vea como algo extraño o se resista la limpieza.
Llama su atención para que te mire cuando tú también te cepillas. Incluso si tu hijo ya es un poco más grande, enséñale a escupir la pasta de su boca al lavabo. Pueden lavarse juntos los dientes frente al espejo y ya está listo para usar la línea Colgate Smiles.
No olvides enjuagar y secar bien el cepillo de tus hijos para que no se acumulen las bacterias. Y cuando veas que las cerdas están desgastadas, cambíalo.
